Kolding es un pueblito danés (pueblito para mi, pero es la séptima ciudad en población de Dinamarca, pero es que Dinamarca no está muy poblado que se diga) a la orilla del fiordo del mismo nombre.
Es un lugar encantador para ir a pasar un día, o una mañana, depende de lo que te quieras entretener; tiene un castillo, una iglesia, la típica calle con tiendecitas y muchas casas que miran al lago.
Fui desde Odense en tren y se llega en menos de una hora. No es que Dinamarca sea un país donde se sienta estrés en ninguna de las ciudades, pero Kolding parece especialmente tranquilo, sería un sitio bueno para retirarse una temporada a hacer pan.
Hay patos, hay ocas, cafés muy cucos, lugareños que te miran con curiosidad porque no deben de recibir muchas visitas (y menos en octubre) y unas vistas preciosas prácticamente desde dónde estés.
Las vistas desde el castillo muy chulas, aunque luego el castillo por dentro está todo reformado y modernizado ya que lo han aprovechado para hacer una sala de exposiciones, otra para conferencias, etc… y me decepcionó un poco, no sé hasta que punto merece la pena pagar la entrada. Del resto del pueblo no vi apenas nada así que no tengo un recuerdo especial de Kolding xD
Reconozco que no entré al castillo, sólo lo vi por fuera 🙂