¿Queréis saber cómo es visitar Vietnam cuando hay un tifón? ¿Queréis conocer mi experiencia de cómo conseguí salir de Hoi An cuando el agua nos llegaba por las rodillas y no se podía circular?. Quedaos a leer la entrada de hoy que viene con batallita.
El año pasado me quedaban algo más de dos semanas de vacaciones y decidí irme a la zona centro y sur de Vietnam. Mi idea era visitar Hue, Hoi An y Saigón. Sabía que era temporada de lluvias, pero no pensé que me pasaría un tifón por encima y lo que acarrea.
Me imaginaba mis dos semanas en Vietnam alquilando una moto para ir de Hue a Hoi An por una carretera escénica que hay, luego en Hoi An cogí un hotel a media distancia entre la playa y el centro histórico con la idea de ir y venir en bici a mi antojo y finalmente quería pasar un par de días en barco recorriendo el Mekong.
Spoiler: así me pasé las dos semanas, sudada, con mi discreto chubasquero y despeluchada
Y con esas expectativas llegué a Hue, al principio sólo llovía, todo dentro de lo normal en temporada de lluvia, pero iban avisando de que venía por Filipinas un tifón.
En Hue muy bien, visité el Palacio Imperial, la Pagoda de la dama celestial y unas cuantas tumbas de emperadores chinos del año de la tana que son bastante chulas.
Ya para irme de Hue vi que lo de la moto con el pelo al viento iba a ser imposible, así que me fui en bus hasta Hoi An.
Tuve la suerte de que justo el día que llegué a Hoi An era el día del mes en que se hace el festival de las lámparas. Este día apagan todas las luces, se queman ofrendas, se lanzan lamparitas con velas al río para pedir deseos y las calles las alumbran solamente los farolillos de las tiendas.
El día siguiente llegó el tifón. ¿Que supone un tifón en esas latitudes? Lluvias constantes y bastante torrenciales y viento. Estuve cuatro días más en Hoi An, a mi el tiempo generalmente me da igual, pero os recomiendo que si sabéis que va a pasar un tifón por encima vuestro y si que os molesta que llueva, aprovechad y cambiad de zona, para mucha gente la lluvia significa que las vacaciones se arruinan, así que estad abiertos a cambiar de planes si es así.
Vivir esa experiencia me resultó muy curiosa. Pude ir viendo como día a día se iban encharcando las calles, primero poco, luego en las zonas más bajas, luego vi cómo las cucarachas salían a borbotones de los desagues y finalmente vi a ratas subidas a los árboles para sobrevivir.
También vi como la vida de Hoi An, su mercado, su gente y sus negocios no paró en ningún momento.
Al tercer día de lluvia sin parar la cosa se estaba poniendo más complicada. La zona de mi hotel estaba en alto y no tenía inundacionestodavía, pero el resto estaba anegado. Tanto es así que para pasar a los turistas del otro lado del río usaban barcas hasta llevarlos a la zona seca. Esto me llamó muchísimo la atención. La necesidad agudiza el ingenio.
¿Qué hacer cuando el agua te llega por las rodillas y quieres caminar? Pues yo voto por descalzarse y quitarse los pesares y los ascos.
Llegó el día de irme y había muchos vuelos cancelados, pero el mío aparentemente iba a salir. El aeropuerto de Da Nang queda un poco retirado de Hoi An y con mi hotel The Earth Villa, (recomendadísimo, ahora veréis lo que hicieron por mi) había contratado el transfer.
Bueno, pues bajo a desayunar y me dice la chica de recepción: tenemos un problema, esta zona también se ha inundado y no se puede circular, pero vamos a sacarte de aquí. Y vaya si lo hicieron.
Un señor con más años que el fuego me dijo: quítate las zapatillas y sígueme. Así que con la mochila, descalza y con un señor que no hablaba ni papa de inglés me eché a las calles. Tuvimos que caminar por el agua durante aproximadamente dos kilómetros, luego pedimos a un paisano una moto porque ya había menos agua para hacer otro tramo. Pero imaginad, en un vespino por una carretera con agua cómo llegué yo al aeropuerto.
Conseguimos llegar a una autopista donde estaba esperándome un coche que ya me llevaría, empapada, al aeropuerto.
Disfruté todos y cada uno de los momentos de ese trayecto, por eso os digo, mi mayor recomendación es que si os tiene que pasar un tifón por encima, os relajéis y ya irán saliendo las cosas. Y si te tienes que duchar dos veces al día o si tienes que tener la habitación llena de ropa secando, pues que todos los problemas sean esos.
Después de Hoi An fui a pasar unos días a Saigón, mi idea como os comenté al principio era pasar un par de días navegando por el Mekong, pero con este tiempo y lo caro que me resultaba no merecía la pena, así que hice un tour de un solo día. También nos cayó la del pulpo. El tour es muy, muy turístico, vas a ver cómo hacen los caramelos de coco, el papel de arroz, a probar fruta con un espectáculo, te llevan por el río en barquita con los gorros típicos, haces tu propia comida… pero sabiendo a lo que vas, se disfruta.
En octubre vuelvo a Asia y ya tengo más o menos decidida la primera parte del viaje, sobre la segunda, estoy pensando en volver a Vietnam, pero antes voy a esperar al pronóstico del tiempo 😉
Así me gusta, esa es la actitud. Yo miro el pronóstico y si hay que llevarse botas y chubasquero, que esos sean todos los males del viaje
Es que dejar que la lluvia te arruine un viaje debería estar prohibido 🙂
Gracias por compartir esta historia , cada vez que leo sobro Asia me doy cuenta que es lo que mas me gusta
¿Verdad? Engancha de una forma bestial